He leído hoy en prensa económica que: “El soborno y la corrupción ha sido justificada por el 69% de los directivos españoles como práctica para generar nuevos beneficios de manera rápida

Aparece en un informe sobre fraude y corrupción en casi 40 países elaborado por una reconocida consultora internacional.

Informa que en Europa la media es del 35% y que países con mercados emergentes tienen cerca del 60%.

Así, España es el segundo país de la Unión Europea. Pero nos podemos consolar, nos supera Portugal, con un 82%.

Podemos sobornar por un buen fin, si es contribuye a la supervivencia del negocio, el 46% lo aprueba, y es posible que sean de los que lo practican.

Todos estos sobornos aparecerán en la contabilidad por supuesto, pues las preferencias están en regalos en especie, como detalles personales o viajes, actividades de ocio, dejamos el vil metal en tercer lugar, solo el 16% lo prefiere.

Como más de la mitad de los directivos tienen como objetivos muy exigentes de empresa el crecimiento en un mercado cada vez más limitado, es un buen medio de cultivo para que se actúe así.

Entonces cuando se plantea si hay que dedicar el tiempo a un correcto desarrollo del Plan de Negocio, Desarrollar personas, optimizar procesos, ese 60% debe de pensar que coste tiene en comparación con un “atajo” de este tipo.

También más de la mitad de los encuestados  en España dicen que sus compañías a menudo “maquillan” la información financiera. En Europa es un tercio.

 

Y ahora llega lo bueno, resulta que el 70% dice que las autoridades deben tomar medidas de control, y evitar estas prácticas.

No debe ser el mismo 70%, o ¿quizá si ?

Hay una canción de Shakira que habla de quien ha visto a los ladrones, ¿quiénes serán?, ¿dónde estarán?

En España vamos un poco por detrás en el compromiso de la alta dirección con las normas éticas, esta por debajo de nuestros compañeros de viaje económico, (para algunas cosas solo, no todas).

 “Dos puntos tienen una única línea recta que los una. Algunos se defienden que hay muchas líneas, pero no serán rectas.”